Una hermosa mañana concocí a la profesora Miriam Heller. Internada en las montañas de La Azulita, pero con inmensas ganas de seguir ejerciendo su labor de educadora.
Me declaro enamorada de una ciudad llamada Mérida que siempre está hermosa. De mañana, de tarde, de noche y hasta en las solitarias madrugadas. Es una ciudad que muestra esa diversidad de personas con grandes experiencias e historias que contar. Acá mostraré a las que he ido conociendo
viernes, 30 de mayo de 2008
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Con soluciones en las manos
Las conocí en medio de las discusiones que se generaron en el Festiva Gabo de este año 2018. Colocaron en la mesa de discusión un tema que m...
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